POR QUE LOS NIÑOS NECESITAN UNA RUTINA.
Una de las funciones fundamentales que tienes como madre, además de alimentar y dar amor a tu hijo, es la de establecer una rutina apropiada en el día a día. Rutina quiere decir determinar una serie de normas, de derechos, de obligaciones, de formas de hacer las cosas, y sobre todo, marcar un horario para que tu niño sepa qué puede o tiene que hacer en cada momento del día. No es suficiente con definir todo esto, sino que hay que cumplirlo siempre para que tu hijo se acostumbre desde pequeño y lo convierta en hábito. Además, también debes vigilar que lo haga bien.
Cumplir diariamente con la rutina y supervisar que se lleve a cabo correctamente es una tarea ardua e ingrata, pero es vital que lo hagas, ya que si lo acostumbras desde pequeño, evitarás la típica lucha de fuerzas entre padres e hijos adolescentes. Algunas madres creen que a los niños más pequeños no se les puede pedir casi nada. Es un error, los niños desde edad muy temprana están capacitados para entender qué tienen que hacer y por qué. Su naturaleza es contradecirte e intentar sobrepasar los límites que les marques y tu cometido es no permitírselo.
Simplemente tienes que ir adecuando la rutina y, principalmente, las obligaciones de acuerdo con su edad. Hasta los tres meses de vida deberás de tratar que coja el hábito de dormir por la noche y acostumbrarlo a un horario de comida. Así, evitarás noches de llantos en vela. Durante los primeros años, tu pequeño será una esponja, estará muy receptivo y será una época en la que tendrá una gran evolución en su desarrollo.
Es muy importante lo que aprenda entonces, ya que cuanto mayor sea, más difícil te resultará acostumbrarlo a las normas. Además, es una etapa en la que aprenden por repetición y su aprendizaje es más duradero. Eso sí, tienes que marcarles las rutinas y deberes con amor, haciendo que sea algo divertido. Procura que no haya enfado y sufrimiento por su parte al hacer sus tareas. Aunque a veces se resista, tu hijo necesita las rutinas, ya que tienen efectos positivos en su desarrollo.
Les da seguridad y tranquilidad....
Para tu bebé es crucial el descanso, necesita dormir muchas horas durante la noche y pequeños descansos durante el día. Si no lo acostumbras a dormir, estará cansado, molesto y no parará de llorar. Con algunos bebés resulta problemática la hora del sueño, pero debes de esmerarte en que tome ese hábito para su bienestar y el tuyo también. Igual de importante es respetar los horarios de comida: no es aconsejable darle el pecho o el biberón a demanda. Saber cuándo se duerme, cuándo se come y cuándo se juega le ayuda a sentirse seguro.
Si tu niño ya tiene unos años, también son fundamentales las rutinas en el horario de las comidas y del sueño. No saber nunca cuándo se come, se estudia o se juega produce inquietud. Por el contrario, si estableces un horario para cada cosa tu hijo se sentirá seguro y fomentarás su autoconfianza, ya que percibirá que tiene el control de la situación al saber lo que tiene que hacer en cada momento, cómo y cuándo.
Les da sentido de la responsabilidad y del orden...
Tu hijo debe de acostumbrarse a tareas sencillas. Por ejemplo, si esparce los juguetes por el suelo, cuando acabe de jugar, tendrá que recogerlos; debe saber que cuando acabe de comer, debe llevar el plato a la cocina, o cuando se quite la ropa de la calle, tiene que echarla en el cesto de la ropa sucia. Son tareas fáciles que harán que se vaya haciendo responsable de lo que le corresponde. Valorará que las cosas no se hacen solas, no se limpian solas, que si deja algo sin hacer, otra persona tendrá que hacer lo suyo y lo de él.
Los niños que crecen sin una rutina diaria o sin límites están constantemente buscando y probando hasta donde pueden llegar especialmente si están haciendo algo que les gusta, por ejemplo, si están viendo televisión, jugando Nintendo o jugando afuera. También se resisten a asumir sus responsabilidades como recoger sus juguetes, hacer las tareas, etc.
¿Cuándo tendríamos que empezar con la rutina diaria y los límites? Cuando los niños son pequeñitos.
La rutina diaria se va estableciendo a los pocos días de nacer el niño y es a través de la rutina diaria que nuestros bebés entran en contacto con cierto orden. Más adelante, poco a poco, se van introduciendo algunos límites.
La rutina diaria al principio es muy sencilla púes sigue las necesidades físicas de la criatura: se la alimenta seis o siete veces durante las 24 horas, o sea cada tres o cuatro horas. El amamantar o darles el biberón toma aproximadamente una hora con el cambio de pañal. Poco a poco, el bebé y su madre van desarrollando un patrón de horario de comidas.
Lo único extraño en estos primeros días es el baño diario, que es una costumbre de nuestra cultura. No todas las culturas acostumbran a bañar a su bebés diariamente. Es importante que el baño se haga a la misma hora todos los días para que forme parte de la rutina diaria. Algunas familias prefieren bañar a sus bebes al medio día, mientras que en otras familias prefieren hacerlo antes de su última comida del día del bebé.
¿Porqué es importante la rutina diaria? Porqué el bebé va interiorizando el orden de la rutina, y la repetición y la constancia del horario le van dando cierta seguridad frente a la incertidumbre de la vida.
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