COMO SE DEBE CORTAR LAS UÑAS AL BEBE
A muchos padres primerizos les parece tarea imposible, difícil y hasta de cirujano, pero en realidad cortarle las uñas al bebé no requiere estudios superiores. Cierto que nos puede llevar algunos intentos dar con el "truco", pero con paciencia y suavidad se soluciona y seremos expertos en manicura y pedicura del bebé. Aquí os damos algunas claves para que todo salga bien,una guía para cortar las uñas al bebé y no morir en el intento.
En todo caso, se trataría más que nada de una cuestión de prudencia, pues los bebés tienen las uñas muy blanditas al nacer, y el movimiento descontrolado de las manos podría hacer más difícil la operación de cortar las uñas.
Para cortar las uñas del bebé hemos de tener en cuenta que son muy blandas y están muy pegadas al dedito. Maniobrar para realizar la operación en unos miembros tan diminutos no es difícil, pero requiere delicadeza y buen pulso.
Los bebés salen de un entorno líquido y todo su cuerpo está reblandecido, especialmente las uñas. Debemos cuidarlas y mantenerlas limpias para evitar riesgo de infección en caso de arañazo. Para cortarlas, se debe utilizar tijeras o cortauñas especiales para bebés, pequeñas, con puntas redondeadas. Y llevar especial cuidado en que no queden puntas o irregularidades que puedan clavarse en la piel del dedo cuando la uña vuelva a crecer.
El mejor momento para cortar las uñas dependerá de cada bebé, pero en general se trata de buscar su tranquilidad.
Después del baño, cuando están relajados, puede ser un buen momento, además las uñas se reblandecen más. También es buen momento cuando están dormidos y si somos sigilosos no nos sorprenderán con movimientos inesperados. Aunque, conforme vayan creciendo, lo mejor es ir incorporando esta práctica de higiene a sus hábitos para que lo vea como algo natural y no tenga temores.
Si el bebé se sostiene sentado, tenlo sobre tus piernas con la espalda apoyada en ti, en una posición segura y firme en la que quede rodeado por uno de tus brazos, que mantendrá el otro brazo del bebé sujeto para evitar que dé un manotazo y acabará cogiéndole la manita a la que cortamos las uñas mientras que con tu mano libre usas las tijeritas o cortaúñas.
Sujeta el dedito de la uña que vas a cortar entre tu índice y el pulgar para mantenerlo inmóvil.
No alargues el proceso del corte de uñas ya que el bebé se pone nervioso y empezará a moverse más, a llorar... La clave está en actuar con una mezcla de decisión, firmeza y delicadeza.
Utiliza tijeritas o cortaúñas especiales para bebés, limpios y secos. Las tijeras para bebés son pequeñas y tienen punta redondeada y los cortaúñas son pequeñitos también, para adaptarse a la uña del pequeño.
Corta la uña a ras del dedito, sin aproximarse demasiado a la piel. Es preferible cortar en cuadrado que en redondo, aunque se le puede dar una ligera curva a los extremos para que no queden picos.
Si se queda algún piquito en alguna uña, mejor no apurar con las tijeras y utilizar una pequeña lima. Después de cortar las uñitas, conviene pasar una gasita entre los dedos o revisar las manos y la ropa para que no haya quedado ninguna uña suelta que pueda dañar al bebé clavándose en el cuerpo.
Un último consejo: debemos observar el color de las uñas para detectar posibles infecciones o que la uña se haya clavado en la piel. El color normal es rosado y habitualmente se percibe el pequeño semicírculo blanco en su base. Si detectamos cualquier anomalía, debemos acudir al pediatra.
Pero no siempre tenemos la suerte de contar con ese apoyo logístico,la clave está en escoger el momento justo y no alargarlo demasiado, actuando con decisión y delicadeza.
Nos hemos ocupado fundamentalmente de las manos, porque son estas uñas las que crecen más rápidamente y antes necesitan cortarse. Pero las mismas recomendaciones valen para las uñas de los pies, que se empezarán a cortar más adelante y con menos frecuencia como hemos señalado.
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