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viernes, 26 de febrero de 2016





COMO AYUDAR A TU HIJO A DAR SUS PRIMEROS PASOS...Comenzamos a caminar juntos....!!!!

Los bebés empiezan a andar cuando tienen más o menos un año de vida -



                                       


Los niños empiezan a andar cuando tienen alrededor del año de vida. Primero se ponen de pie sostenidos en algún mueble u objeto grande, como una caja o un juguete que sirva de soporte. Luego comienzan a desplazarse con pequeños pasos laterales, hasta que en algún momento reconocen tener la fuerza y el equilibrio suficientes para quedarse en posición vertical, sin necesidad de apoyarse en nada más que sus propias piernas, y se animarán a dar sus primeros pasos.


El momento en el que el bebé comienza a dar sus primeros pasos produce mucha ansiedad en los padres. Por un lado, por la alegría y la emoción que genera esta nueva etapa de la vida del niño. Por otro, por los temores ante la posibilidad de que se caiga y se haga daño. Lo importante es animar y estimular al pequeño, ayudarle a caminar, así como tomar algunas precauciones para evitar problemas. 



                     




En general, antes de caminar, los bebés gatean. Pero no siempre ocurre así. Algunos se saltan esa etapa y comienzan directamente a andar. Por tanto, no debe preocupar si el bebé supera los nueve meses y sigue sin gatear. Tampoco debe ser motivo de alarma que el bebé cumpla los 13 o 14 meses y aún no camine: cada niño es diferente, tiene su propio desarrollo. El hecho de que tarde un poco más en comenzar a andar no quiere decir que tenga algún problema: está dentro de lo normal. 



             



 
Sobre todo al principio, es muy importante estar junto al bebé y acompañarle para darle la seguridad y la confianza que requiere para dar sus primeros pasos. Lo mejor es ponerse tras el pequeño, de forma que el bebé dé la espalda al adulto, y agarrarle de ambas manos. Esto permite sostenerle si tropieza e impulsarle hacia delante para hacerle notar lo bueno de desplazarse de un sitio a otro. Poco a poco, necesitará cada vez menos ayuda. Como quien aprende a montar en bicicleta, cuando quiera darse cuenta, será él mismo quien controle por completo su equilibrio.

MOTIVACIÓN.


Un truco para que el niño se anime a dar sus primeros pasos es acercar al niño a una caja con juguetes u otros objetos atractivos para el pequeño, mostrárselos y, luego, animarle a que él los saque de la caja; para lo cual deberá ponerse de pie. Luego, la caja se puede alejar un poco para que al bebé no le baste con levantarse, sino que necesite caminar.

De todos modos, nada es más estimulante para el niño que sus propios padres: si se coloca uno a cada lado y le llaman sucesivamente, el niño recorrerá la distancia de uno a otro con la alegría y la tranquilidad que le otorga saber que quien está al final del camino son sus padres. Además, para los progenitores es muy emocionante ver a su bebé caminando hacia ella o él.

Las felicitaciones, las sonrisas, los abrazos y los aplausos cuando el niño logra recorrer el camino que se le propone son fundamentales. Le llenarán de entusiasmo y ganas de seguir esforzándose para alcanzar nuevos objetivos.



               



                    


TIEMPOS PARA CADA NIÑO.


Cada niño tiene sus propios tiempos. No solo para comenzar a andar, sino también para desarrollar esta capacidad. Y si bien hay que alentarle y animarle, en ningún caso se le debe obligar; menos aún si el bebé muestra signos de cansancio o irritación, ya que eso crearía una sensación de rechazo. Si está cansado, habrá que dejarlo y continuar en otro momento. Si no le apetece caminar, habrá que buscar las motivaciones y los estímulos para que sienta ese deseo.

Durante el proceso de aprendizaje, es normal que el niño pierda el equilibrio y se caiga con relativa frecuencia. Salvo que se dé un golpe de gravedad, su reacción dependerá, en buena medida, de cómo reaccionen sus padres o los adultos que estén a su lado: si los mayores se asustan demasiado o se ponen muy nerviosos, el niño tenderá a hacer lo mismo. En cambio, si relativizan el golpe, sonríen y animan al bebé a que vuelva a ponerse en pie y seguir andando, lo más probable es que no le dé mayor importancia.

Algunos expertos afirman que el caminar del bebé es genético. Si sus padres caminaron en una edad temprana, el bebé también lo hará. Lo mismo ocurrirá si hubo algún retraso. Aparte de eso, el caminar temprano o no está relacionado con el físico del bebé, con su peso, su estatura, si tiene algún problema o algún trastorno, si hace ejercicios, si recibe o no estímulos en este sentido. Todo depende también de su entorno.


ESPACIOS ADECUADOS.


              
            



Es importante crear un espacio adecuado para que el niño comience a andar. Esto implica elegir sitios despejados, para motivar que el pequeño se desplace, y cubrir los bordes de los muebles con protectores de plástico, o de espuma, para evitar accidentes. También hay que tener mucho cuidado, a partir de este momento, con cualquier objeto que se deje sobre los muebles más bajos, ya que la insaciable curiosidad del bebé le impulsará a arrojarlos al suelo, o llevárselos a la boca.

El suelo, por su parte, es aconsejable que resulte firme pero blando, como es el caso del césped, una moqueta, una alfombra o una superficie de goma. También es bueno que presente algunas irregularidades, que no sea del todo liso; ya que genera nuevos estímulos que favorecen el desarrollo del niño.

CUANDO EL BEBE SE CAE...

Muchas veces las caídas son inevitables. En el caso de que el bebé lleve algún golpe al tentar mantenerse de pie solito, cuidado para no asustarle más con tu reacción. El miedo, el susto, y la inseguridad también se aprenden. Cuando el bebé se golpee, intente calmarle y consolarle con ánimos, para que él vuelva a intentar caminar otra vez. Felicítale por la tentativa, y refuerce positivamente su esfuerzo para moverse. De lo contrario, el bebé solo valorará el fracaso, se frustrará, y sentirá que su tentativa de caminar no vale la pena. Si sigues animándole, muy pronto te verás sacando una foto o filmando a tu bebé dando sus primeros pasitos.


El parque para bebés.

Los parques para bebés, de todo tipo y tamaño, ofrecen un gran número de ventajas: dan autonomía al bebe, que se agarra a los barrotes para desentumecer las piernas, sin correr ningún riesgo; y a ti te permiten ocuparte de otras cosas en la habitación de al lado. ¡Son muy útiles en ocasiones!

jueves, 25 de febrero de 2016



LAS DIFERENTES POSTURAS DE DAR EL PECHO A TU BEBE.


Aparte de que, para amamantar, la madre disponga de varias posturas entre las que escoger, también existen distintas posiciones para colocar al bebé y múltiples combinaciones de ambas.








                           




Lo normal es pasar muchas horas totales al día amamantando, si no buscamos estar cómodas sufrimos dolor de espalda y las tomas se nos harán interminables. Es buena idea tener preparado un lugar cómodo para amamantar durante el día que puede ser por ejemplo un sillón. Es buena idea disponer también de cojines para poder apoyar los brazos mientras sujetas al bebé o apoyar al bebé si ocasionalmente necesitas una mano libre, y en caso de estar sentada, un reposapiés.

Antes se recomendaba a la madre tener la espalda recta y bien apoyada, con los hombros hacia atrás, pero recientemente se ha descubierto que los bebés maman mejor cuando la madre está reclinada hacia atrás. También se puede amamantar estirada. Lo importante es no amamantar nunca encorvada sobre el bebé. En el cualquier caso es importante prever un buen apoyo en la zona lumbar y cervical mediante cojines o similar. A ser posible también en la corva de las rodillas.


 



                        posicion bebe




En cualquier caso y sea cual sea la postura o posición escogida, es importante verificar que el agarre del bebé al pecho, así como su succión, sean correctos, con la boca bien abierta, los labios evertidos, la lengua debajo del pezón y con nariz y barbilla tocando el pecho.

Los bebés nacen con un fuerte instinto de supervivencia, y se apartan con decisión de cualquier cosa que les obstruya las vías aéreas. De hecho, cuando un bebé está resfriado y la mucosidad retenida en la nariz le impide respirar por ésta, se aparta del pecho echando la cabeza hacia atrás por no poder mamar y respirar por la boca al mismo tiempo. No es necesario pinzar el pecho con los dedos ni apartar la nariz del bebé. La característica “naricilla chata” de los bebés les permite respirar por los orificios nasales aunque tengan el rostro literalmente pegado al pecho materno.



Igual que todas las demás crías de mamíferos nuestro bebé es capaz de alcanzar el pecho y mamar por sí mismo correctamente si se lo permitimos.

Todo fluye mejor cuando no se siguen técnicas y dejamos que todo surja de modo espontáneo. Para ello, debes estar semi-acostada o sentada con la espalda reclinada hacia atrás, y colocar el bebé boca abajo sobre ti, con la cabeza situada entre tus pechos descubiertos, de modo que no quede ni un trozo del cuerpo de tu bebé que no esté en contacto con el tuyo. No es necesario sujetarlo, solo vigilarlo, porque la propia gravedad lo mantiene firme.



                                                   



Permite que tu bebé cabecee, busque y escoja un pecho y golpee repetidamente con la barbilla hasta prenderse solo. Puede tardar entre 10 y 60 minutos si acaba de nacer, menos de 10 minutos si ya lleva tiempo mamando. En ocasiones, el tamaño y forma del pecho pueden dificultar el proceso. Si este es tu caso puedes ofrecerle el pecho sujetándolo entre los dedos pulgar e índice, como si se tratara de un sándwich.

La postura ventral, a la que también se la ha denominado de “crianza biológica“, en contacto directo cuerpo a cuerpo, es la que adoptan instintivamente todas las crías de primates para mamar. Se ha comprobado que los bebés humanos pueden mamar con eficacia y sin dañar a su madre en esta posición aunque tengan alguna limitación mecánica de la succión.

Otras posiciones de la madre para amamantar:
1.Sentada
2.Estirada
3.De pie
4.A cuatro patas


Posición del bebé al pecho.



Aunque lo más habitual es amamantar sentada o estirada con el bebé frente a la madre, son muchas las posiciones a las que se puede llegar a recurrir:

Postura sentada – Posición estirado: El bebé estirado frente a la madre en contacto con su cuerpo, mamando de un pecho y con sus pies hacia el otro pecho. Es la más habitual.



Una variante de la posición anterior es colocar al bebé de forma inversa, también estirado y girado hacia la madre, pero con los pies hacia el otro lado. Esta variante no es tan frecuente pero puede ser útil si el bebé rechaza, por la razón que sea mamar de un pecho. Si se le coloca en el pecho que rechaza del mismo modo en que mama del otro, es posible que lo acepte.

Postura sentada – Posición “de rugby”: El cuerpo del bebé pasa por debajo del brazo de la madre y sus pies apuntando a la espalda.




                                         




Esta posición es muy útil para drenar los conductos que se encuentran en la cara externa de los pechos y así prevenir, o si es el caso curar, posibles obstrucciones o mastitis que, aunque puede darse en cualquier zona del pecho, suelen ser más frecuentes en ésa.

Tanto las posición estirada como la “de rugby” funcionan perfectamente bien si la madre, en vez de estar sentada, está colocada en postura semi-reclinada.

Postura sentada – Posición caballito: En esta posición el bebé está sentado a horcajadas sobre una de las piernas de su madre.



Aunque poco frecuente, esta posición puede ser muy útil con bebés con dificultades para fijar el pecho, bien por retrognatia (maxilar inferior corto o retraído) u otras causas.

En esta posición conviene que, al introducir el pecho en la boca del bebé, el pezón apunte “hacia arriba” en dirección a su paladar, de forma que una buena porción de pecho descanse sobre el labio inferior facilitando el agarre.

Postura estirada – Posición estirado (en paralelo): En este caso tanto la postura como la posición son frecuentes ya que de este modo se facilita el descanso de la madre. Es especialmente útil si la madre todavía siente molestias tras el parto, sobre todo si ha sido sometida a una episiotomía o cesárea.


               



También es muy útil para amamantar por las noches o si simplemente se quiere descansar un rato.

Postura estirada – Posición estirado (en paralelo inverso): En este caso la posición del bebé es menos frecuente que la anterior pero hay madres que se sienten cómodas con ella y también puede ser útil, igual que la postura “a cuatro patas”, en caso de obstrucciones o mastitis agudas localizadas en la parte superior del pecho.


Postura “a cuatro patas” – Posición “boca arriba”: Esta postura es poco frecuente en el amamantamiento diario.


                  




Pero se trata de un recurso a utilizar en el supuesto de que la madre tenga una obstrucción o mastitis aguda localizada en la parte superior del pecho, ya que de ese modo se facilita el drenaje de esos conductos.

Todas estas posiciones son propias de bebés con una autonomía de movimientos todavía muy limitada. Los bebés más mayorcitos pueden mamar cómodamente en las posiciones más inverosímiles.

Lo importante es saber que no existe una única postura o posición correcta apta para todos los binomios madre / hijo, sino que cada binomio tendrá que buscar las posturas y posiciones que mejor se adapten a sus mutuas preferencias y también a las características físicas de ambos.

Cómo colocar el bebé al pecho paso a paso.

La madre se sitúa en la postura elegida apoyando bien espalda y pies.
Se acerca el niño al pecho allí donde quede éste sin desplazarlo.
Se coloca al bebe perpendicular a la orientación del pezón.
Se enfoca nariz – pezón.
Antes de abrir la boca, sin necesidad de ladear, doblar o girar el cuello, el pezón ha de estar frente a la nariz del bebé.
Cuando abre la boca, acercar al bebé con rapidez y decisión al pecho.
Madre e hijos han de quedar cuerpo contra cuerpo (frente a frente)
El pezón ha de quedar apuntando al paladar del bebé.
Nunca el pecho ha de ir hacia el bebé, es el niño el que va hacia el pecho.
La cabeza del bebe no ha de quedar en el hueco del codo, sino en el antebrazo.
La madre no sujeta al bebé por las nalgas con esa mano, sino que ésta queda a mitad de la espalda, aunque puede sujetarlo con la otra.
Es recomendable evitar el uso de ropa o mantas que aumenten la distancia del bebe al pecho.

Signos de buena posición


La cabeza y el cuerpo del bebé están en línea recta.
La cara del bebé mira hacia el pecho.
La madre mantiene el cuerpo del bebé cerca de ella.
Si el bebé es un recién nacido, la madre lo envuelve en un abrazo. No lo sujeta solamente de la nuca y los hombros.

Signos de buen agarre


El mentón y la nariz del bebé están cerca del pecho de la madre.
Los labios del bebé están evertidos, sobretodo el inferior bien doblado hacia abajo.
La boca del bebé está bien abierta.
Se observa más areola por encima de la boca del bebé que por debajo (agarre asimétrico).



Recuerda que reconducir una posición o succión inadecuada hasta conseguir una lactancia materna exitosa y satisfactoria es posible, con información, paciencia y apoyo adecuados.

lunes, 22 de febrero de 2016

    


       CUANDO EL BEBE SE PRIVA POR EL LLANTO.



Los espamos del llanto.



Algunos niños tienen espasmos de llanto hasta incluso desmayarse. Esto suele ocurrir con frecuencia en los niños más pequeños. ¡Identifica las causas de estos episodios!



                           

                           



Los espasmos del sollozo son cuadros en los que el niño queda sin respiración tras una espiración prolongada, que normalmente se producen como consecuencia de un episodio como un llanto o un enfado.

Se caracterizan porque tras hacer una espiración larga, el niño luego se queda sin respirar y como consecuencia de ello se llega a poner incluso de un color azulado que llama mucho la atención, durante unos segundos (es lo que muchos padres describen “que se ha quedado privado”).

Este fenómeno puede ocurrir en niños sanos entre los 6 meses y los 6 años, y es más frecuente hacia los 2 años. Además, se puede repetir este comportamiento varias veces al día o hacerlo sólo en raras ocasiones.



CAUSAS DEL ESPASMO.



En la mayoría de los casos, los espasmos del llanto pueden preverse e incluso evitarse una vez se identifican las causas que los provocan.

1. Los espasmos del llanto en el niño se pueden deber a una respuesta al miedo, a un enfado o un evento traumático, como el dolor o al ser asustado.

2. Si los papás tuvieron episodios de espasmos del llanto similares en la infancia, entonces, el niño tiene mayor probabilidad de sufrirlos.

4. Aunque a menudo ocurren con los berrinches, no se cree que los espasmos por llanto sean un acto intencional de rebeldía.



                   






TRATAMIENTO.



Con el tiempo los cuadros en general suelen desaparecer sin ningún problema, por lo que es importante armarse de paciencia y sobre todo evitar sobre proteger al niño, ya que es imposible predecir cuándo va a padecer un episodio o no.

En el caso de los leves lo normal es que no se paute ninguna medicación o medida especial. De hecho, muchos textos recomiendan incluso “ignorarlos”, es decir, no darles excesiva importancia, para que el niño no los asocie a que atrae atención. En cualquier caso siempre deben ser comentados con el pediatra para evaluar el riesgo y la actitud.



En los cuadros que el pediatra cataloga como graves puede que el niño se beneficie de tratamientos farmacológicos, como por ejemplo ansiolíticos o incluso atropina en caso de que se produzca un cuadro potencialmente severo, con pérdida de conocimiento y ausencia incluso de respiración que se prolongue más allá de unos segundos.

El problema es que estos fármacos tienen importantísimos efectos secundarios y su uso ha de hacerse bajo estricto control médico y sólo en casos potencialmente graves y severos.


- Lo ideal es evitar situaciones que provoquen enfados para ayudar a reducir este tipo de episodios. 

- También, se recomienda colocar una tela fría en la frente del niño durante la crisis puede acortar el episodio.

- Los espasmos del llanto no deben ser ignorados, aunque parezcan berrinches, lo ideal es mantener la calma y tranquilizar al pequeño para que no se convierta en un espasmo por llanto.



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QUE PRONÓSTICO TIENEN LOS ESPAMOS.




Realmente el pronóstico en general es muy bueno, incluso en los graves, aunque estos tienen mayor riesgo real de lesiones que los leves, por lo que puede que haya que controlarlos con medicación.

En general suelen remitir con el tiempo sin producir ningún tipo de secuelas en los niños.

Es importante destacar que precisamente por eso es importante evitar que el niño aprenda a desencadenar estrés a través de rabietas o enfados para conseguir sus objetivos, por lo que en general se suele recomendar no alimentar estas conductas. Una forma sería precisamente el ignorarlas, como recomiendan muchos textos y profesionales, para que el niño no los use como un método de llamar la atención.

En cualquier caso siempre es importante el seguimiento y asesoramiento por el pediatra, en todos los casos.









jueves, 18 de febrero de 2016

           



           LA CAÍDA DEL CABELLO Y LA LACTANCIA.


                       ¿Por qué se cae el cabello durante la lactancia? ¿Qué hacer para           evitar su caída?


                       


Después de que el bebé nazca, todo comienza a acomodarse, desde el cuerpo, los horarios hasta la familia. Con un nuevo integrante la mamá comienza a organizarse, pero hay un temor que la puede incomodar, que sea quedarse sin su bonito pelo.Cuando te peinas después del parto, verás que como se te caen varios cabellos o algunos quedan en tu mano, es algo que te alarma.

La mujer nota que en los meses posteriores al nacimiento de su bebé pierde mayor cantidad de pelo que lo habitual, queda más pelo en el cepillo, en la almohada, en la ropa, en la ducha...Pero no tienes que preocuparte, es un fenómeno absolutamente normal y no quedarás sin pelo. Lo que ocurre que durante el embarazo, cambia el estado y docilidad del cabello.Tranquila, es absolutamente normal.

 La mayoría de las mujeres pierden pelo en los meses posteriores a dar a luz. Te explicamos el por qué de la caída del pelo en el postparto y cómo cuidarlo para recuperar tu melena.

Las hormonas y el pelo.



Durante el embarazo, todo el cuerpo se ve revolucionado por la acción de las hormonas, y el pelo no es una excepción. El cabello de la mujer sufre cambios debido a que las hormonas placentarias provocan un aumento de la secreción sebácea del cuero cabelludo. Por tanto, según el tipo de pelo que tenga la mujer antes de quedar embarazada, los cambios le afectarán de una u otra forma. Algunas lucen mejor melena que nunca, mientras que en otras el pelo se vuelve quebradizo, grasiento o sin brillo.

               


Esas hormonas son también las responsables de que el pelo se caiga menos durante el embarazo. La secreción de estrógenos mantiene casi todos los cabellos en fase de crecimiento.



Una vez que la mujer da a luz, dos o tres meses después de parto, se observa una caída masiva de todo ese pelo que no se ha perdido durante el embarazo. Si lo normal es que se caigan de 50 a 100 cabellos al día, en esta fase se cae mucho más.

Tras el parto, las hormonas se reequilibran y el cabello que había estado detenido en la fase de crecimiento durante el embarazo empieza a caerse de forma bastante repentina y brusca.

No es cierto, por tanto, que la lactancia materna sea la responsable de la caída de pelo después del parto. Es uno de los falsos mitos que la rodean y nada tiene que ver dar el pecho con que se caiga el pelo. A una mujer que no da el pecho, también se le cae el pelo los siguientes meses después de tener a su bebé.

Qué hacer para fortalecerlo.


La caída de pelo en el postparto no es para preocuparse. Es un proceso fisiológico normal y natural que experimenta la mujer después de dar a luz. No obstante, hay ciertos consejos que puede seguir para cuidar tu pelo en esta etapa.

La alimentación es muy importante, ya que el bulbo capilar se nutre de las vitaminas y minerales que recibe a través del torrente sanguíneo. Lo que debes hacer es llevar una alimentación variada y saludable y no sólo por fortalecer el pelo, sino por tu salud y la de tu bebé.

Aumenta el consumo de frutas y verduras, lácteos y cereales. Presta especial atención a los alimentos ricos en vitamina B (avena, soja, levadura de cerveza, pollo, pescado, aguacates), ácidos grasos Omega 3 presentes en los pescados azules, nueces y en algunos vegetales, así como en minerales como el calcio, hierro, yodo y zinc (carne, cordero, germen de trigo, calabaza, maní, ostras, garbanzos, espinacas, etc).




                             



Además, en la fase de mayor caída evita los tratamientos capilares agresivos, el uso excesivo de secador y planchas, y utiliza un champú suave con ph neutro.

También existen complementos nutricionales para fortalecer el pelo y aportarle densidad y volumen, así como lociones y champús específicos para la caída del pelo, pero ante la duda consulta con el médico pues algunos no son compatibles con el período de embarazo y lactancia.

Como ves, la caída de pelo en el postparto es un proceso natural por el que pasa la mayoría de las mujeres que acaban de convertirse en madres. Aún así, si notas una caída de pelo excesiva, partes del cuero cabelludo despobladas o que la caída se extiende durante un año o más, sería recomendable que acudas a un especialista.


                Estilos de mamás


Lo importante es que te relajes, no tengas miedo, habla con tu doctor y sobre todo trata de verte guapa , es la mejor receta para pasar estos problemas.





miércoles, 17 de febrero de 2016

                       

      CUANDO VUELVE LA MENSTRUACIÓN DESPUÉS DEL PARTO.


Después de dar a la luz, una de las cosas que más preocupa a la madres recientes es la reaparición de la regla después del parto.





Muchas embarazadas se preocupan innecesariamente por saber cuándo recuperarán la menstruación después del embarazo. Algunas llegan a realizar consultas médicas antes del parto, transmitiéndole su nerviosismo al feto, el cual vive cada una de las emociones de su madre como si fueran las suyas propias, estresándose y pasando malos ratos por ello.



                   lactancia-materna


La duración de la amenorrea postparto (ausencia de la menstruación tras el parto) varía mucho de una mujer a otra. Las hormonas femeninas necesitan un tiempo para estabilizarse y volver a funcionar como lo hacían antes del parto. Es un mecanismo neuro-endocrino que vuelve a ponerse en marcha.

Lo más común es que la menstruación después del parto regrese pasada la etapa de cuarentena, es decir, aproximadamente cuarenta días, después de haber dado a luz. Durante este lapso de tiempo la mujer puede tener secreciones vaginales irregulares, ya que el aparato reproductivo pasa por un periodo de adaptación para retornar a sus funciones habituales.


Al igual que la aparición de la regla por primera vez, la reaparición tras el parto puede ser muy diferente en una mujer o en otra. Una de las responsables de esta diferencia es la lactancia materna. Después de expulsar los loquios del postparto, la regla puede aparecer en una mujer que no ha lactado a las pocas semanas, mientras que en una que ha lactado puede hacerlo después de uno e incluso dos años.

Lo más normal en las mujeres que no están lactando es que la actividad ovárica se reinicie al mes de haber dado a luz. Sin embargo, en algunas puede ser a los dos o tres meses. Según datos de la OMS, casi todas las mujeres que no amamantan a su bebé a los cuatro meses del parto ya han reiniciado el ciclo menstrual.


                                  



También es normal que haya desajustes durante los primeros ciclos o que la regla no vuelva a ser como antes del parto en duración y en cantidad. Las primeras reglas suelen ser más abundantes y pueden durar más días que lo habitual. Los síntomas premenstruales también pueden ser diferentes.

La primera menstruación tras la amenorrea postparto puede o no ser precedida de ovulación, con lo cual si la ha habido (que es muy difícil de comprobarlo) es probable quedar embarazada si no se toman las precauciones adecuadas. Entre el 1% y el 11% de las mujeres queda embarazada en el período de amenorrea después del parto.

Que reaparezca la menstruación después del parto no impide que sigas amamantando a tu bebé si es lo que has decidido. Ésto no influye ni en la calidad ni en la cantidad de alimento que recibe.

Lactancia y Menstruación.



                                  Resultado de imagen de LACTANCIA




Al bebé succionar el pecho, se genera prolactina, hormona que inhibe la función ovárica. Es por eso que las mujeres que no amamantan suelen tener la regla antes que las que dan el pecho.

La lactancia es un método anticonceptivo natural, se lo conoce como el método MELA (Método de la Lactancia y la Amenorrea), pero no es efectivo en todos los casos, así que eso no significa que no puedas quedar embarazada mientras amamantas.

El organismo interpreta que la madre está dedicada exclusivamente a la lactancia de su bebé protegiéndola de forma natural de un nuevo embarazo, pero no hay que confiarse plenamente pues su efectividad es del 98% y deben darse ciertas condiciones.



Los tres requisitos básicos para que este método de resultados son: que la lactancia materna sea exclusiva o casi exclusiva, que hayan trascurrido menos de seis meses después del parto, que no haya más de 6 horas de separación entre tomas.
Por si acaso, si no se busca un nuevo embarazo se aconseja utilizar un método anticonceptivo para mayor seguridad.
El consumo de la micropíldora -una píldora que contiene la progesterona microdosificada- está autorizado a partir del décimo día después del parto.
No obstante, en ocasiones, la micropíldora puede disminuir la cantidad de leche materna y provocar sangrados. Además, la micropíldora se debe tomar a la misma hora cada día.


                                


Cuanto más prolongada es la lactancia materna, más probabilidades hay de que se produzca la ovulación antes de la primera menstruación.

En muchas madres que amamantan la regla suele aparecer cuando la lactancia materna deja de ser exclusiva y se inicia la alimentación mixta. Al disminuir la frecuencia en las tomas, disminuye la prolactina en el organismo y puede aparecer la menstruación. En otras madres, a pesar de esto, la amenorrea persiste hasta el fin de la lactancia materna.





martes, 16 de febrero de 2016



QUE SIENTE EL BEBE EN EL MOMENTO DE EL PARTO.

                                                           SUS SENSACIONES.

¿Te has preguntado lo que sentirá tu bebé mientras estás de parto? Aquí te vamos a contar algunas modificaciones que realizan los bebes para poder atravesar el canal del parto y para adaptarse a la vida fuera del útero.


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Gracias al trabajo del Dr. Chamberlain (psicólogo prenatal y perinatal) sabemos también, que el bebé tiene sentimientos y que es capaz de recordar experiencias desde ya antes de nacer, por lo tanto no podemos afirmar que no se enteran de nada… sino todo lo contrario.

Conocemos también, gracias al trabajo de Vivette Glover, el mecanismo por el cuál las hormonas y neurotransmisores que la madre segrega viajan en la sangre, atravesando la placenta y llegando hasta el bebé. Por lo que podemos llegar a la conclusión de que durante el parto, si la mamá esta tranquila el bebé también, si está asustada el bebé también, si esta alegre su bebé también…

                                         Resultado de imagen de PARTO


Cuando hablamos de las sensaciones en el parto, generalmente pensamos en la mamá y lo que ella estará sintiendo en ese momento. Estará agotada, estresada y probablemente dolorida. Todo eso quedará atrás en el momento exacto en el que el bebé nace, lo escuchas llorar y tu corazón, cuerpo y mente se llenan de amor maternal y de hormonas que te hacen olvidar el dolor.

Pero… ¿te has preguntado lo que está sintiendo el bebé en el momento único, especial, desconocido e increíblemente relevante que es su nacimiento?

De inicio, la comunicación de mamá con el bebé que está en el vientre no es solo a través de sonidos y movimiento, sino que hay una conexión hormonal que juega un papel muy importante en el momento en que el bebé le indica al cuerpo de mamá que ha llegado el momento de nacer.

Tras este inicio, comienzan las contracciones. El bebé no tiene idea de lo que pasa, pero comienza a sentir un poco de ansiedad por el movimiento. Conforme las contracciones aumentan de intensidad y frecuencia, el bebé comienza a segregar una hormona llamada catecolaminas, que son hormonas de estrés que lo ayudan a tener más resistencia y a estar alerta en el proceso de su nacimiento.

¡Apasionante el mundo de las hormonas! Se acerca el parto y el cóctel está servido: oxitocina, endorfinas, adrenalina… vamos a ver el papel que juega cada una de ellas.



La oxitocina, que es la hormona que principalmente se libera durante las contracciones, tiene un efecto amnésico (como si borrara la memoria) que, sumado al cansancio del proceso, provocan que el bebecito tenga sueño al momento de nacer. Pero en los primeros segundos de vida, lo más importante es llenar sus pulmones de aire, por medio de un reflejo innato.

Con todo esto que ha sucedido, el bebé está estresado, agotado y descubriendo sensaciones intensas y en cierto modo, agresivas. De ahí que la reacción más común sea llorar.


                                                Resultado de imagen de PARTO



Al llegar la etapa de expulsión, el bebé experimenta una fuerza equivalente a 18 Kg. Esto es duro y muy cansado, así que queda a expensas de los músculos de su mamá. En ese momento, se ve literalmente empujado desde un ambiente cálido, húmedo y oscuro, a uno frío, iluminado y ruidoso. Este cambio para cualquiera sería un shock, y más para este pequeñito que no sabe lo que está pasando, así que siente miedo.


La mejor manera de consolarlo y hacerlo sentir tranquilo y relajado es ponerlo en el pecho de mamá, y permitir que el contacto piel a piel, el calor, el aroma, la voz conocida y el vínculo materno, hagan del inicio de la vida de este bebé sea seguro y reconfortante.


                               


Para intentar entender mejor los sentimientos que pueden tener los bebés durante el parto y sobre todo deducir lo que más nos preocupa: si sufren o no, podemos hacer un ejercicio que requiere de bastante imaginación y empatía, es decir vamos a ponernos en la piel de un bebé en su alumbramiento. ¿Te atreves a nacer de nuevo? ¡Vamos allá!......


lunes, 15 de febrero de 2016




¿Adiós a la epidural? Hospitales de Australia empiezan a usar la analgesia por spray nasal.




Hace unos días hablábamos de la analgesia epidural en base a la típica frase de muchos de quienes la defienden: "Si no te sacas una muela sin anestesia ¿por qué quieres parir sin epidural?". El caso es que, como comentamos, pese a que lo ideal para evitar un parto instrumentalizado es el parto sin epidural, hay mujeres que prefieren usarla.

Pero la analgesia epidural no es el único modo de paliar el dolor del parto y en Australia se está empezando a usar la analgesia por spray nasal, un tipo de analgesia algo menos eficaz pero mucho menos invasiva, que permite seguir sintiendo gran parte del proceso del parto con menos dolor. ¿Será el adiós a la epidural?



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La llegada del fentanilo en aerosol nasal.




El fentanilo es un medicamento opiáceo que no es nuevo en el mundo de la obstetricia porque se lleva años probando como analgésico administrado de manera intravenosa. Se considera eficaz para el control del parto, aunque aún no se ha establecido claramente su seguridad en los bebés, dado que en algunos estudios parece afectar al test de Apgar al nacimiento si se compara con otros tipos de analgésicos.

Sin embargo, la presentación nasal parece más segura y se está usando incluso para el dolor en niños y pacientes que son trasladados en ambulancia.




Esto es al menos lo que se desprende de un estudio con 156 mujeres realizado en la Universidad de Flinders y la Universidad de Adelaide, en Australia, en que se investigó el uso del fentanilo en aerosol como método alternativo para el control del dolor en el parto. El trabajo ha sido liderado por Julie Fleet, que habla así de ello en The Guardian:


Las mujeres pueden autoadministrarse una dosis controlada del aerosol nasal bajo la supervisión de una matrona, que les ayuda a sentir un mayor control en el manejo del dolor y evita la necesidad de una intervención adicional y de inyecciones dolorosas.


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Resultados del estudio.




En dicho estudio, que Fleet ha utilizado como base para su tesis, se comparó el uso de fentanilo subcutáneo (menos invasivo que el intravenoso), fentanillo en spray y petidina intramuscular, que es uno de los métodos que más se suelen utilizar en mujeres que quieren un poco de analgesia sin llegar a utilizar la epidural.

En los tres grupos de mujeres se consiguió una reducción significativa del dolor a los 30 minutos de la administración, sin que la diferencia fuera significativa. A la hora de preguntar a las mujeres si en el próximo parto volverían a usar la analgesia utilizada el 82,9% de las que usaron el aerosol dijo que sí lo haría, por el 80,6% del grupo con fentanilo subcutáneo y el 44% de las del grupo de la petidina intramuscular.

Además, las mujeres con fentanilo explicaron que se sentían menos sedadas a los 30 minutos de recibir la dosis, con un trabajo de parto de hasta dos horas menos. No hubo diferencias en el test de Apgar pero hubo más bebés del grupo de la petidina que necesitaron ir a la nursery. Las mujeres del grupo de la petidina refirieron también más problemas para establecer la lactancia en las primeras 6 semanas tras el parto.


                                     





De nuevo, en palabras de Fleet:


El fentanilo administrado por aerosol nasal no elimina completamente el dolor, como sí se consigue cuando se administra la epidural, que bloquea toda sensación, por lo que es adecuado para las mujeres que todavía quieren ser capaces de sentir algo.

La razón de esos datos es que la petidina permanece en el bebé durante tres o más días, pudiendo causar problemas para respirar, somnolencia e irritabilidad. El fentanilo, en cambio, se elimina en las primeras dos a siete horas, con menos probabilidad de producir efectos negativos en el bebé.


Y qué es mejor entonces, ¿el spray nasal o la epidural?.


                             



El estudio solo ha comparado métodos de control del dolor externos, es decir, sin la introducción de analgesia en el canal medular, así que aunque tienen la misma finalidad, paliar el dolor, el mecanismo es diferente y no será hasta dentro de un tiempo cuando sepamos hasta qué punto el aerosol puede desbancar a la epidural.

Fleet comentó también que están estudiando ahora, gracias a la inclusión del medicamento en los hospitales, las diferencias entre la epidural y el spray, aunque subraya lo ya comentado: con el aerosol el dolor no se controla totalmente, perodeja mucha más libertad que la epidural y se eliminan los posibles riesgos de su administración.

Así pues, quedamos a la espera de saber más acerca de este prometedor aerosol nasal porque puede ser una alternativa a tener en cuenta para algunas mujeres que quieran quizás evitar la epidural pero que en algún momento sientan que el dolor es demasiado.